En menos de cuatro meses, tres hombres han perdido la vida mientras se ejercitaban en gimnasios del área metropolitana de Monterrey. Aunque los casos son distintos en edad y ubicación, todos comparten un factor común: la muerte ocurrió durante la rutina de ejercicio. Esto ha generado una ola de preocupación entre los asistentes frecuentes a estos espacios, entrenadores, familiares y autoridades.
Las causas aún no están del todo claras, pero los casos ya encendieron alertas en varios sectores. Algunos expertos piden mayor supervisión, mientras otros señalan la falta de chequeos médicos previos. A continuación, repasamos la cronología de estos incidentes y lo que se sabe hasta ahora.
Cronología De Los Casos Recientes
El primer caso ocurrió en febrero de 2025, en la colonia Tamaulipas, en Guadalupe. Amauri Rafael, de 36 años, usaba una máquina de extensión cuando comenzó a sentirse mal. A pesar de los esfuerzos del personal por auxiliarlo, fue declarado sin vida en el lugar. Aunque la causa no fue confirmada oficialmente, se manejó la posibilidad de un infarto ligado a problemas cardíacos previos.
El segundo incidente tuvo lugar el 23 de mayo en Escobedo, dentro de un gimnasio ubicado en la Plaza Akumal, en la colonia Los Elizondo. Un hombre de entre 60 y 65 años se desvaneció mientras entrenaba. Paramédicos confirmaron su fallecimiento. Aparentemente también padecía afecciones cardíacas, aunque ni su identidad ni el informe médico final han sido revelados.
El más reciente se registró el 28 de mayo, otra vez en Guadalupe, pero ahora sobre la avenida Miguel Alemán. Un hombre de 42 años se sintió mal durante su entrenamiento. Aunque se solicitó ayuda médica de inmediato, se desvaneció y fue declarado muerto en el lugar. El gimnasio cerró temporalmente y el área fue acordonada. Hasta ahora, no se ha revelado la causa oficial del deceso.
¿Qué Tienen En Común Estos Casos?
En los tres casos, las víctimas estaban haciendo ejercicio al momento del colapso. Todos eran hombres, mayores de 35 años. La respuesta médica fue inmediata en dos de los tres casos, pero lamentablemente no fue suficiente.
Esto ha llevado a muchos a preguntarse si realmente estamos preparados para este tipo de emergencias en lugares donde se promueve el esfuerzo físico extremo. Aunque cada cuerpo es distinto, hay ciertos patrones que no pueden ignorarse: edad, intensidad del ejercicio, historial médico y falta de chequeo previo.
Los testimonios de otros asistentes apuntan también a otro tema: el desconocimiento de primeros auxilios por parte de algunos entrenadores o el uso tardío de desfibriladores. En momentos críticos, un minuto puede hacer la diferencia.
Recomendaciones Médicas Y De Seguridad
Tras estos incidentes, diversos especialistas han hecho un llamado a no tomar a la ligera el esfuerzo físico, sobre todo en personas mayores de 35 años. Recomiendan una valoración médica completa antes de inscribirse en un gimnasio o iniciar entrenamientos intensivos.
También insisten en la importancia de estar atentos a señales de alerta como dolor en el pecho, mareo, fatiga excesiva o sensación de desmayo. Si algo no se siente bien, lo mejor es detenerse de inmediato. Muchas veces el cuerpo avisa, pero lo ignoramos por “aguantar tantito más”.
Y más allá del chequeo médico individual, se recomienda que los gimnasios implementen protocolos obligatorios: tener personal capacitado en primeros auxilios, contar con desfibriladores automáticos y ofrecer orientación médica previa. Esto no solo es deseable, debería ser una norma.
¿Cómo Han Respondido Los Gimnasios?
Algunos gimnasios ya comenzaron a tomar medidas. Desde revisiones médicas básicas al momento de la inscripción, hasta entrenamientos para su personal en temas de primeros auxilios. También se está promoviendo la adquisición de desfibriladores, aunque aún no es obligatorio en todos los establecimientos.
La comunidad fitness también ha reaccionado. Hay más preguntas que respuestas, pero el mensaje es claro: el ejercicio no puede convertirse en un riesgo. Entrenar debe ser sinónimo de salud, no de tragedia.
Por su parte, los usuarios también están repensando sus rutinas. Algunos buscan asesoría médica, otros optan por bajar la intensidad. En redes sociales, las discusiones sobre la seguridad en gimnasios y la salud cardiovascular se han intensificado.
Las autoridades locales ya investigan cada caso. Aún no hay sanciones ni cambios regulatorios oficiales, pero el tema está sobre la mesa. Dependiendo de los resultados de las autopsias y los peritajes, podrían venir ajustes.
Mientras tanto, la recomendación general es una: moverse, sí, pero con responsabilidad. El ejercicio es vital para una vida saludable, pero también requiere preparación, vigilancia y mucha conciencia.
